José Luis Rodríguez Zapatero anunció el sábado 2 de abril en el Comité Federal del PSOE que no se presentará a las elecciones generales de 2012. El presidente del Gobierno puso con su discurso fin a las especulaciones sobre su futuro, pidiendo a su partido que se centre en la campaña para las elecciones autonómicas del 22 de mayo y posponga el debate sucesorio.
A pesar de su decisión, el secretario general del PSOE se ha mostrado dispuesto a agotar la legislatura. Zapatero, además, rechazó el dedazo como mecanismo para elegir candidato, e indicó que el camino adecuado es el de elecciones primarias, con el proceso llevado a cabo por el Comité Federal del partido que se reúna tras las elecciones regionales.
Se abre así un proceso de cambio para el PSOE, después de 11 años con Zapatero al frente. No se sabe quién se presentará como candidato a las próximas elecciones, pero será un duro reto conseguir mantener el Gobierno en el contexto actual, con el PP rozando la mayoría absoluta en las encuestas y sin apoyos fuertes en la oposición.
El PSOE ha acogido la noticia con optimismo y agradecimiento a Zapatero. No así la oposición, que ha aprovechado el anuncio para criticar la gestión del presidente del Gobierno.